miércoles, 17 de agosto de 2011

Hua Hu Ching 11-15

11  
¿Te atrae un perfume más que otro?
¿Prefieres este aroma o aquel sentimiento? 
¿Es sagrada tu práctica y profano tu trabajo?
Entonces tu mente está separada: de sí misma, de la unidad, del Tao. 
Mantén tu mente libre de divisiones y distinciones. 
Cuando tu mente es simple y está desapegada y silenciosa, todas las cosas pueden existir en armonía y puedes empezar a percibir la verdad sutil. 
12  
¿Deseas habitar en el espacio sagrado? 
¿Tener el respeto y la compañía de los seres espirituales supremos? 
¿Ser protegido por los guardianes de los ocho poderosos rayos de energía? 
Mima entonces el Camino Integral: Considera con reverencia estas enseñanzas, practica sus verdades, ilumina con ellas a los demás. 
Recibirás tantas bendiciones del universo como granos de arena hay en el Río de la Eternidad. 
13  
Las minúsculas partículas que forman el vasto universo no son en absoluto minúsculas. 
Tampoco el vasto universo es vasto. 
Son éstos conceptos de la mente, que es como un cuchillo, que siempre reducen poco a poco el alcance del Tao, intentando hacerlo aprensible y manejable. 
Pero lo que está más allá de la forma es inaprensible y lo que está más allá del conocimiento es inmanejable. 
Sin embargo, existe este consuelo: Quien suelte el cuchillo encontrará el Tao en la punta de sus dedos. 
  
14  
  
¿Puedes disolver tu ego? 
¿Puedes abandonar la idea del yo y del otro?
¿Puedes renunciar a los conceptos de hombre y mujer, corto y largo, vida y muerte? 
¿Puedes dejar partir todas esas dualidades y aceptar el Tao sin escepticismo ni pánico? 
Si puedes hacerlo, puedes alcanzar el corazón de la Unidad Integral. 
A lo largo del camino, evita pensar en la Unidad como algo extraordinario, elevado, sublime, trascendental. 
Por ser la Unidad, está más allá de todo eso.
Es simplemente la verdad directa, esencial y total. 
15  
Para el ser ordinario, los demás suelen necesitar tolerancia. 
Para el ser altamente evolucionado, no hay nada que pueda llamarse tolerancia, porque no hay nada que pueda llamarse otro. 
Ha abandonado toda la idea de dualidad y ha extendido su buena voluntad sin prejuicio en todas las direcciones. 
Sin odiar nunca, sin resistir nunca, sin luchar nunca, simplemente está siempre aprendiendo y siendo. 
Amar, odiar, tener expectativas: todas estas cosas son apegos. 
El apego impide el crecimiento del verdadero ser. 
Por ello, el ser integral no está apegado a nada y puede relacionarse con cualquiera con una actitud sin estructuras. 
Por esta razón, esta misma existencia beneficia a todas las cosas. 
Como puedes ver, lo que tiene forma es igual a lo que no tiene forma, y lo que está vivo es igual a lo que reposa. 
Esta es la verdad sutil, no un invento religioso, pero sólo quienes ya están altamente evolucionados lo entenderán. 
  

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