miércoles, 28 de septiembre de 2011

Capítulo octavo de Ling Shu

Capítulo octavo de Ling Shu
Papel mental


El médico Khi Pa:
«Antes de comenzar a punzar, se debe conocer bien el pa­pel de la mente. La vida está engendrada por la reunión de la energía de la tierra con la del cielo. La vida conserva la esen­cia de dicha combinación. Dicha esencia está compuesta de dos elementos, uno proviene del cosmos, el aire, mientras que el otro proviene de los alimentos, es decir, de la tierra. Estos dos elementos engendran el espíritu y el alma que vive con el espíritu, un alma secundaria sale y entra con dicha esencia.
El corazón es reflejo de los fenómenos de la naturaleza. La idea viene del corazón. Una idea determinada, es la voluntad; la voluntad se transforma en pensamiento; el pensamiento dirige el presente hacia el porvenir, engendra las preocupacio­nes y los pesares, pruebas de la inteligencia. Demasiados pe­sares dañan al espíritu. Las afecciones dañan a la vitalidad; el exceso de placer puede dispersar al espíritu; la angustia puede trabar la circulación de la energía; la cólera puede engendrar la muerte; el miedo puede llevar a la locura.
Si el corazón tiene demasiados pesares o enflaquece, la tez se altera. El enfermo atacado por demasiados pesares morirá en invierno, pues el agua (los riñones) triunfa sobre el fuego (corazón).
La angustia actúa sobre el bazo. El enfermo tendrá los cua­tro miembros paralizados, su tez se alterará. Morirá en pri­mavera, pues la madera (hígado) triunfa sobre la tierra (bazo).
Las penas, las aflicciones, actúan sobre el hígado. El paciente presentará contracturas musculares. Las partes genitales estarán retraídas. El enfermo morirá en otoño (el metal (los pulmones) triunfa sobre la madera (el hígado).
El exceso de placer oscurece los pulmones y puede provocar la locura. El enfermo morirá en verano el fuego (el corazón) triunfa sobre el metal (los pulmones).
La cólera oscurece los riñones. El enfermo pierde la memoria. No se puede agachar ni hacia delante ni hacia atrás. Morirá al fin del verano. La tierra (bazo) triunfa sobre el agua (los riñones).
El miedo oscurece la esencia misma de la vida. Cuando ésta es atacada, los huesos pierden su tonicidad, pues son los cinco órganos que conservan dicha esencia de la vida. Estos no deben ser atacados jamás. Si los cinco órganos funcionan, habrá vacío de la energía Yin o falta de energía. Si la energía falta en demasía es mortal. El acupuntor debe comprender bien estas nociones, del espíritu, del alma. Si los cinco órganos están gravemente atacados, no existe esperanza de curar al enfermo con las agujas de acupuntura.
El hígado comanda la sangre y en la sangre se aloja el alma. Cuando hay vacío de energía, uno se vuelve miedoso, ansioso. Cuando hay plenitud, se vuelve irascible, el enfermo está siempre colérico.
El bazo comanda la energía Iong. En la energía Iong se aloja la idea. Cuando hay vacío de la energía del bazo, los cuatro miembros están paralizados y hay repercusión sobre los cuatro órganos. Cuando hay plenitud, el vientre está hinchado y en las mujeres habrá amenorrea.
El corazón rige las arterias y en las arterias se aloja el espíritu. Cuando hay vacío de la energía del corazón, el enfermo gime. Cuando hay plenitud, el paciente ríe.
Los pulmones comandan la energía, y en la energía se aloja el alma secundaria. Cuando hay vacío de los pulmones, el enfermo está falto de energía, su nariz está constantemente tapada. Cuando hay plenitud, el enfermo tiene sed; disnea; su pecho está en plenitud.
Los riñones comandan la voluntad y en la voluntad se aloja la esencia vital. Cuando hay vacío de la energía de los riñones, los miembros están helados. Cuando hay plenitud, el enfermo tiene edemas sobre los otros órganos.»

jueves, 22 de septiembre de 2011

El Metal, Tiempo del Alquimista

El Metal
Otoño
El viento pasa sobre el lago. Las agitadas olas se extienden sin límite. El otoño llega con el crepúsculo, Y los barcos se vuelven raros en el río. Las aguas trémulas y las montañas difuminándose Tocan siempre el corazón de un hombre. Nunca me canso de cantar su infinita belleza. Las vainas del loto ya se han formado y los nenúfares se marchitan. El rocío abrillanta las flores De maranta en la orilla del río. Las garzas y gaviotas duermen sobre la arena con sus cabezas escondidas como si No deseasen ver los hombres que pasan por el rio.
Li Chin Chao 1081-1143 d.C.

El Metal es austero como una extensa pradera desolada antes de las lluvias invernales, tan afilado como el alto pico de una montaña asomándose a través de la neblina a un cielo limpio y despejado. Esta Fase representa el poder de la contención, la separación y el refinamiento.
El otoño es una época en que las cosas se marchitan y se deterioran. Las hojas caídas se descomponen volviendo al suelo, mientras los restos de las cosechas son enterrados con el arado. Las flores mustias y los frutos caídos fertilizan el suelo para el crecimiento del año próximo. La savia de los árboles se asienta en su interior, descendiendo hacia las raíces. Es el momento de eliminar lo innecesario, de guardar sólo aquello que será preciso para el invierno.
Igual que los árboles se despojan de sus hojas, los animales preparan sus refugios para el rigor de la hibernación, a medida que la vida se demora replegándose hacia dentro. En correspondencia con el carácter de esta estación, el Pulmón, el órgano del Metal, absorbe el Qi hacia el interior y lo refina, enviándolo hacia abajo para nutrir nuestras raíces con Esencia pura. Como gobierna la piel, el límite externo del cuerpo humano, el Pulmón nos protege de las invasiones externas y salvaguarda los recursos internos.
El Metal, procedente de la tierra, es una sustancia pura que se genera por un proceso de reducción. Derivado del concepto alquímico de convertir los metales básicos en oro, esta Fase representa la transformación de los materiales groseros en «esencia» pura. El otoño es una época de evolución a través la reducción. La materia vuelve a su origen preparándose para su posterior, nacimiento: los frutos podridos dejan sus semillas, y el material que se descompone nutre el germen que se reproducirá en la primavera.
Con el otoño llega el sentimiento de recoger, de guardar, mezclado con1 sensación de pérdida cuando la luz empieza a debilitarse y el aire se enfría. El Yin crece mientras que el Yang decrece. Esta estación es también de cambio, pero así como la primavera era una época expansiva de apertura y de proliferación, el otoño es una época contractiva de recogimiento y de resecamiento. El ciclo se completa en el otoño. El Nei Jing dice que la energía del otoño es «energía exterminadora»: cortante, retractiva y supresora.
El arquetipo del metal: el alquimista
La transmutación es el principio que guía al Alquimista, quien busca la perfección de la forma y la función. A través de su poder de discernimiento, destila lo bueno y lo puro de lo tosco y rudimentario. En su lucha por extraer el orden a partir del caos, moldea las situaciones de manera que la gente realice su tarea con una precisión elegante.
Definiendo y refinando, el Alquimista es el velador de las normas y de las medidas, el origen de la estética y de los valores morales, el defensor de la virtud, los principios y la belleza. Es el maestro de la ceremonia y de la disciplina. Como un abad instalado en su santuario, sereno, apartado e imperturbable, nos instruye en el significado del ritual y de la doctrina, proporcionando la estructura que permite que la gente pueda aplicar lo metafísico a lo mundano.
Louis: un ejemplar del metal
Inmaculado, impecable y bien organizado, Louis tiene un lugar para cada cosa y guarda cada cosa en su sitio. Metódico, eficaz y disciplinado, es un hombre que vive de acuerdo con sus principios. Aplicando su mente analítica y Cm tica, encuentra satisfacción en desarmar las cosas para volver a ensamblarlas Esto tiene que ver con su sentido del orden y del control. Posee un don para diseñar sistemas. Acotando los conceptos, protocolos y objetivos, garantiza que un asunto familiar, una campaña política, una fábrica o una empresa funcionen según lo establecido. Aunque Louis puede no inspirar una devoción pasional, es muy apreciado por su integridad y su compromiso con la razón.
Louis posee una delgada figura recubierta por una piel fina, y sus rasgos son delicados y angulosos. Es sensible a todos los aspectos de su ambiente interno y externo, y cuenta con un sentido del olfato especialmente agudo. La conciencia de sí mismo está ligada a su bien desarrollado talento para el desapego y la discriminación: es un maestro en separar sus propias ideas y deseos de aquellos de los que le rodean. Siendo un experto en establecer distinciones, es capaz de abrirse paso a través de la ambigüedad.
Todo el mundo sabe perfectamente en qué lugar se encuentra con respecto a Louis. No es fácil tomarle el pelo ni alterarlo, suele mostrarse reservado y resulta difícil conocerlo íntimamente. Prefiere no llevarse trabajo a casa y no mezclar los negocios con el placer. Se mantiene siempre a una cierta distancia emocional de su esposa y de sus hijos, aunque siempre es correcto y justo y proporciona un tiempo y una atención equitativos para cumplir con las necesidades de la familia. Le desagrada el conflicto y el desorden, y prefiere la conformidad a la novedad, la compostura a la excitación. Complacido cuando los otros están satisfechos con su papel y sus obligaciones, espera que su vida sea agradable y sencilla. Su paciencia se mantiene siempre que la gente cumpla con su deber y siga las prácticas establecidas, garantizando que los acontecimientos transcurran según lo planeado.
Louis califica como correcto e incorrecto, éxito o fracaso, según se adapten las acciones a sus principios. A veces se identifica en exceso con las normas, los métodos y los programas, y se aferra a su propia autoridad y competencia, poco dispuesto a renunciar a una parte de ella. Cuando la ejecución de sus planes cuidadosamente trazados se aparta del carril, puede recurrir a una rígida adhesión a las reglas y a las normativas en un esfuerzo por restablecer el control sobre las circunstancias perturbadoramente fluctuantes. Su lucha por la perfección puede ser decepcionante, pues quizá nadie sea capaz de cumplir sus normas, ni siquiera él mismo. Desilusionado de sus esfuerzos por convertir al mundo en intachable y bueno, en ocasiones intenta reinstaurar el orden por medio del castigo y la prohibición. En caso de que se le niegue lo correcto y razonable, está dispuesto a sacrificar los placeres de la espontaneidad y la intimidad a cambio de la seguridad y el control.
Este patrón de inhibición constante interfiere con la actividad rítmica. Cuando la cadencia de la respiración y la eliminación se interrumpe en sus Pulmones, piel e intestinos, esto puede ocasionarle problemas como asma, estreñimiento, falta de transpiración y sequedad de la piel o las membranas mucosas. Louis puede también desarrollar una sensibilidad aumentada a los olores y a los cambios de temperatura y humedad, lo que desencadena estornudos, congestión de los senos nasales y dolores de cabeza. La sensibilidad mayor de su piel lo predispone a la sequedad o a los picores frente a agentes irritantes como el zumaque venenoso o ante el viento o la luz solar.
El asma y el estreñimiento son expresiones somáticas de su incapacidad para exhalar, soltarse y moverse con el flujo ondulante. Louis se resiste al tumulto tensándose, de forma que su pecho puede desarrollarse en exceso, hinchado con el aire estancado que no puede expeler, lo cual reduce su capacidad para inhalar de forma completa. Puede llegar a convertirse en una caricatura de un oficial prusiano, con el cuello, la columna y el tórax rígidos, la pelvis tensa y una inflexible rigidez general.
Esta rigidez también aparece como resultado de una expresión reprimida de las emociones y de actitudes mentales fijas. Cuando se encuentra inseguro se vuelve insulso y mecánico en sus respuestas para protegerse frente a los aspectos intangibles como los sentimientos o los gustos personales. Su inclinación hacia la corrección puede derivar fácilmente en la santurronería y en una servil confianza en los expertos, sin dejar espacio a la innovación y la independencia. De esta manera, Louis se blinda a sí mismo frente a la irracionalidad y el cambio, la decepción y la desilusión. Cuando se enfrenta a un conflicto que sea práctica o moralmente insoluble, se bloquea como una máquina inteligente que ya no puede operar, habiendo perdido el contacto con su propias normas y principios internos. Una vez destruida la confianza en sí mismo, la inseguridad resultante le conduce a la mansedumbre y al deseo de ser dirigido y modelado por aquellos a quienes teme y admira. Imita a sus superiores, a aquellos más poderosos que él, alternando entre una arrogancia fatua y una deferencia servil.
Debido a su anhelo y admiración por el potencial humano para la conciencia, la razón y la virtud, a menudo es capaz de elevarse por encima de la aparente confusión y corrupción de la vida mundana para apreciar la simetría y la belleza de todas las formas y la bondad de todas las almas.

Como reconocer a Louis como un tipo Metal
La verdadera naturaleza de Louis se expresa a través de su sentido de la simetría, su autodisciplina, pureza de ideales y una mente lógica. Para él es importante que la gente cumpla con sus obligaciones y actúe de forma justa. Louis prefiere que las cosas tengan una forma, una secuencia, una definición, y se siente más cómodo en un escenario dentro del cual pueda determinar cómo deben desarrollarse los acontecimientos.
Del mismo modo que el tipo Madera era expansivo y potencialmente caótico, como «un toro en una tienda de porcelanas», el tipo Metal es contractivo y potencialmente hiperestructurado, como un engreído oficial del ejército. Cuando las tendencias de Louis se vuelven exageradas, el perfeccionismo, el autoritarismo y el dogmatismo sustituyen a la flexibilidad, la autodisciplina y el pensamiento crítico. La atención tenaz puesta en controlar causa la inhibición de la peristalsis, una respiración limitada, un empobrecimiento del afecto y un embotamiento de las percepciones y las sensaciones.
Si persiste esta rigidez interna también puede desencadenar un déficit que se manifiesta como desorden interno: el derrumbamiento de los valores personales y de la autodefinición. La firmeza interior es sustituida por la confianza en las restricciones externas. Incapaz de adaptarse a las condiciones cambiantes, atormentado por la decepción y la tristeza, Louis vacila entre la credulidad y un morboso cinismo mientras busca respuestas externas a sus dudas Ínter-gas y a su aflicción. Resulta irónico que el tipo Metal, que normalmente es el prototipo de la racionalidad y el autocontrol, pueda llegar a perder la orientación, sin una definición firme, aturdido por las fuerzas internas y aferrado a las reglas externas para dar soporte a su razón. Lo que era una fijación respecto a un conjunto de normas y valores inflexibles se convierte en un embrollo de confusión moral y de dudas. I>a tendencia hacia el aseo personal, el orden doméstico y la expresión cuidadosa puede volverse del revés cuando Louis se derrumba y se abandona a un desaliño en el vestir, al desorden del hogar y a una serie de impulsos discordantes que escapan a su control.
Cuando la estabilidad del Metal es devastada, la necesidad de diferenciar y ordenar las cosas se intensifica. La devoción por el comportamiento y el pensamiento adecuados y la adhesión a las distinciones fijas entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, surgen de la necesidad de mantener el control. 1.a paz se convierte en aburrimiento, la franqueza es anulada y el orden deviene una rutina ritualizada. El comportamiento critico, enjuiciador y perfeccionista compensa los sentimientos internos de duda, ambigüedad, desconfianza en sí mismo y falta de convicciones morales.
Tener «el coraje para poner en práctica las convicciones» describe la síntesis o el acuerdo armonioso entre la Madera y el Metal. El Metal proporciona la norma y la medida, los valores morales, y la Madera da el impulso y el poder para llevar estos valores a la práctica; en otras palabras, el comportamiento ético. El Metal y la Madera representan una serie de relaciones complementarias: contracción y expansión, inhibición y excitación, reducción y proliferación, moderación y lucha. Mientras que el tipo Madera puede explotar como una volátil bomba de tiempo con una mecha corta, la personalidad Metal puede hundirse hacia dentro, como la gelatina vieja, dura en la superficie, y viscosa en el interior.
Entre el Metal y el Fuego existen polaridades de tensión y relajación, análisis e intuición, sensibilidad y sensualidad, separación y fusión. Mientras que el Fuego venera la pasión y la empatía, el Metal aprecia la conciencia y la acción correcta. Cuando están juntos, impera una mente amable. La unión entre la virtud y el amor describe la síntesis armoniosa entre el Metal y el Fuego. Mientras que el Fuego puede dispersarse a través de la excitación y la euforia, el Metal llega a ahogarse por la represión y el tedio.
No obstante, en su estado óptimo Louis se relaciona con facilidad con los demás, seguro en su interior, distinguiendo con claridad sus pensamientos, sentimientos y valores de aquellos de los que le rodean. No se siente vulnera-ole ante las influencias y opiniones externas ni impulsado a imponer sus normas o sus sentimientos a los demás. Es sincero consigo mismo y se siente protegido y receptivo, elocuente e inspirado, honesto y seguro.

La evolución de los patrones distorsionados del Metal
Las polaridades entre el Metal y la Madera (Pulmón e Hígado) y Metal y Fuego (Pulmón y Corazón) caracterizan al tipo Metal. El Pulmón y el Hígado gobiernan lo superior y lo inferior, el interior y el exterior, la circulación del Qi El Pulmón y el Corazón afectan el perímetro del cuerpo, abriendo y cerrando apretando y aflojando los poros, glándulas sudoríparas y vasos sanguíneos. '
Cuando el Pulmón está excesivamente fuerte, el Hígado y el Corazón están relativamente débiles. Como el Pulmón dirige el Qi, para él es fácil inhibir el funcionamiento de otros órganos. En particular el Hígado queda demasiado reprimido, con la consiguiente supresión de los sentimientos y la expresión Comparativamente los tipos Madera o Fuego tienen poco dominio de sus impulsos, mientras que el Metal es capaz de ejercer un autocontrol tan absoluto que se vuelve reservado y distante.
Cuando el Pulmón refrena excesivamente al Corazón, el Fuego disminuye, haciendo que la persona se vuelva fría y emocionalmente cerrada. A través de la contracción de la piel y la depresión de la circulación periférica, el Pulmón encierra el Calor y los Fluidos, el Qi y la Sangre en el interior del cuerpo. La supresión del Qi puede provocar falta de movilidad, y el confinamiento del Calor puede causar Sequedad debido a la evaporación de los líquidos, y ambas cosas pueden ocasionar estreñimiento o asma. El Calor atrapado puede también causar irritación o inflamación como en la laringitis, sinusitis, dermatitis, ileitis, colitis y uretritis. El tipo Fuego, cuyo Qi está siempre en la superficie, se sofoca, tiene calor y suda en seguida. El tipo Metal es lo contrario. Su energía está contenida debajo de la superficie, su tez es pálida, su piel fría, tensa y seca, y raramente suda. Para alguien como Louis resulta difícil eliminar o deshacerse de la toxicidad y la negatividad. La retención de los deshechos físicos o mentales puede acumularse, congelándose en forma de tumores, o bien constreñir el campo emocional, manifestándose como una capacidad reducida para sentir y responder.
El Bazo, la madre del Pulmón, llega a agotarse después de una constricción del Qi prolongada, lo cual interfiere con las actividades asimiladoras y digestivas del estómago y los intestinos. Las consiguientes deficiencias de Fluidos y Esencia Nutritiva pueden intensificarse hasta un estado de Sequedad severa, cuyos signos pueden ser una falta de secreciones, demacración, anemia, pérdida del apetito y un aspecto fantasmagórico y etéreo.
Cuando se secan los jugosos fluidos de la vida, el cuerpo se vuelve fijo, encallecido e inanimado. Como la piel está cerrada y la respiración es tan escasa como la lluvia en el desierto, Louis apenas se resfría. Pero si sus defensas son superadas, puede penetrar rápidamente una infección en el interior del cuerpo, dando lugar a fiebres altas sin la evaporación del sudor que enfriaría el in, tenso calor. Bajo tales circunstancias, lo que de otro modo sería una simple gripe puede derivar en una bronquitis o una neumonía grave.
Cuando el Pulmón está exhausto, las funciones rítmicas del cuerpo pierden su regularidad y sincronicidad. Esto se manifiesta como una alternancia entre calor y frío, sequedad de las membranas mucosas y humedad de la piel, picor e insensibilidad, estreñimiento y diarrea, falta de aliento e hiperventilación, pulso intermitente y rápido, tristeza y frivolidad, indiferencia y sensibilidad, flema y frenesí. La congestión vascular en las piernas y la debilidad en la vejiga son consecuencia de que el Pulmón ya no atrae el Qi desde las extremidades hacia el centro o desde la pelvis hacia el pecho. La piel, como la envoltura del cuerpo se vuelve fácilmente penetrable e incapaz de defender frente a las influencias perniciosas, ya sean emocionales, climáticas o microbianas.
Los problemas claves de Louis son la rigidez, la sequedad y la inhibición. La tendencia exagerada hacia la contención interna de las sensaciones corporales y la expresión emocional retarda la circulación del Qi, la actividad pulsátil de las vísceras, e impide la distribución de los jugos corporales que lubrifican y suavizan la piel, los músculos y las membranas mucosas. Para conservar su autosuficiencia y apertura, Louis necesita cultivar la vivacidad de ánimo y una estructura flexible. Manteniendo la piel elástica mediante masaje o friegas evitará encallecerse y volverse indiferente a las sensaciones y emociones. El ejercicio aeróbico, una dieta rica en fibra y un ingesta moderada de líquidos son especialmente importantes para él. Despejar los intestinos, relajar el pecho y estimular la piel le ayudará a permanecer flexible y a mantener la mente receptiva a las nuevas ideas y a la inspiración. Socialmente, Louis puede utilizar su talento para planear de manera que la implicación con las otras personas se convierta en una parte ceremonial o al menos celebrada de su vida cotidiana. Es importante para él colocarse en situaciones que exijan tanto espontaneidad como disciplina: confianza e instinto y al mismo tiempo conocimiento y razón. Las hierbas y la dieta le ayudarían a regular y reforzar el Qi y los Fluidos. La acupuntura estaría dirigida a regular la Sangre y los Fluidos en la piel, relajando el pecho y activando el Hígado, previniendo de este modo que los patrones de tensión y sequedad se cristalizasen en estasis y rigidez.

Si piensa que es del tipo Metal Claves para entender el metal
I.             le gusta la definición, la estructura y la disciplina
II.            respeta la virtud, la discreción y la autoridad
III.          busca vivir de acuerdo con la razón y los principios
IV.          mantiene para sí mismo y para los demás los principios más elevados
V.           venera la belleza, la ceremonia y el refinamiento
Problemas típicos
Indiferencia e inhibición autoritario, estricto y puntilloso formal, distante y poco natural, articulaciones y músculos rígidos, piel y cabello secos, respiración superficial, sensible al tiempo climático, mala circulación moralidad y desengaño
Periodos críticos
             Metal exagerado-Congestión del Pulmón: otoño y primavera, 3h-7h y 23h-3h.
             Metal deficitario- Agotamiento del Pulmón: invierno y verano, 15h-19h y llh-15h.
Un consejo amistoso
El poder del Metal deriva de su capacidad para dar forma y refinar. Los tipos Metal necesitan compensar su racionalidad, autocontrol y meticulosidad con la pasión, la espontaneidad y la implicación social.

martes, 13 de septiembre de 2011

temas inolvidables 2

nana de bella

secret garden, adagio

Dejarse inmovilizar por el pasado....

Muchas personas dicen que no pueden disfrutar
del día de hoy a causa de algo
que sucedió en el pasado.

Como antes no hicieron algo,
o no lo hicieron de cierta manera,
no pueden vivir plenamente el ahora.

Como ya no tienen algo que tuvieron,
no pueden disfrutar del presente.

Porque en el pasado alguien los hirió,
ahora no quieren aceptar el amor.

Como una vez que se comportaron
de cierta manera les sucedió algo desagradable,
están seguros que volverá a sucederles
si actúan de ese modo.

Porque una vez hicieron algo de lo cual se arrepienten,
se consideran para siempre malas personas.

Alguien les jugó una mala pasada en una ocasión,
y ahora están seguros de que su vida
no es lo que ellos quisieran
 por culpa de aquella persona.

Porque en el pasado una situación los indignó,
ahora se aferran virtuosamente
a aquella indignación.


Debido a alguna antigua experiencia
en se sintieron maltratados,
jamás han querido perdonar ni olvidar.

Lo que muchas veces nos negamos a reconocer
es que aferrarnos al pasado,
haya sido lo que haya sido
y por más terrible que fuera,
sólo sirve para hacernos daño.

 A "ellos" en realidad no les importa,
y por lo común, ni siquiera se dan cuenta.

Si nos negamos a vivir plenamente
el momento presente,
sólo nos hacemos daño a nosotros mismos.

El pasado pasó, pertenece al ayer
y no es posible cambiarlo.

Este momento es el único en que podemos vivir.

Hasta cuando nos quejamos del pasado,
nuestro recuerdo de él se da en el presente,
y en el proceso nos estamos perdiendo la verdadera
vivencia de este momento.