miércoles, 6 de julio de 2011

Los cinco elementos y los colores en la MTCH y el Feng Shui

Si los conceptos del Yin y el Yang expresan una dualidad energética como los dos polos de un imán, los 5 elementos representan 5 fases distintas de Qi o Chi. Esta teoría es la piedra angular de muchas prácticas chinas como la medicina, las artes marciales o el propio feng shui. Para su explicación se recurre a cincos elementos simbólicos de la naturaleza, en concreto: El Fuego, la Tierra, el Metal, el Agua y la Madera, cada uno de ellos representa un movimiento, una transformación distinta de Chi.
Cada uno de los elementos o movimientos están relacionados con un color, y cada color regula, tonifica o dispersa dicho elemento, ahí interviene la característica del elemento y el ciclo que apliquemos
El elemento fuego se le relaciona con la energía en ascensión, con la luminosidad, el verano, el color rojo, a la tierra con el movimiento circular y por consiguiente los cambios de ciclo, su color es el amarillo, naranja, marrones u ocres, al metal con el movimiento hacia dentro y la estación otoñal, con los colores grises o blanco,  al agua con la energía descendente representada en el invierno, su color es el azul, negro o violeta y la madera con el movimiento hacia fuera, la energía que aparece en la primavera y su color es el verde. Estas son solo unas asociaciones según el movimiento y las estaciones naturales.
En los 5 elementos intervienen una gama extremadamente rica de asociaciones, así como el fuego se relaciona con el verano, se asocia también al corazón, a los colores rojos… la madera a ciertas emociones como el stress o la impaciencia, a las formas triangulares, etc. Cada elemento es parte de una extensa descripción que nos permite catalogar los espacios sopesando que tipo de energías los afectan. Estas relaciones permiten hacer una lectura más o menos precisa de  los eventos que se desarrollan o pueden sucederse en un espacio.
La teoría china sugiere la necesidad de que los cinco elementos este en un mutuo equilibrio. El fuego por ejemplo sirve para dar calor, para cocinar, para transformar la materia pero en exceso puede ser un gran destructor, como el agua fuente de transporte y almacenamiento que en desequilibrio puede acarrear inundaciones o sequía extrema, según su balanza.
El feng shui como visión de la energía natural puede apuntar estos desequilibrios instaurando soluciones que corrijan el problema. Un ejemplo podría representarse en una vivienda que abuse del elemento metal y sus características, utilizando colores blancos de forma uniforme, superficies pulidas y brillantes, el elemento material en sí mismo, decoración austera y otoñal, orden y limpieza extrema, etc. pudiendo facilitar un ambiente falto de alegría y calidez que podría asociarse a problemas pulmonares, de rigidez, o estados emocionales como la depresión y la tristeza. Todas estas asociaciones son parte del elemento Metal y no se han elegido arbitrariamente.
Antes de hacer un cuadro general de asociaciones con las 5 energías, veamos una parte fundamental de esta teoría que tiene que ver con los diferentes ciclos en los que interactúan dichos elementos. El conocimiento de los ciclos nos permite saber cómo se regulan estas energías en la naturaleza o un ambiente determinado.


El ciclo de alimentación o creación
Este ciclo se llama también de creación y da una idea de cómo un elemento es ayudado por otro para su expresión, que a su vez sirve de alimento para crear otro distinto y así sucesivamente en un ciclo continuo. Se emplea en feng shui para aumentar o favorecer las características positivas de un determinado espacio. Veamos la secuencia completa:
La madera alimenta al fuego,
El fuego produce tierra,
La tierra genera metal,
El metal produce agua,
El agua alimenta a la madera.
Simbólicamente, la madera sirve de combustión al fuego avivandolo, el fuego al decaer y terminar su expresión crea tierra, (cenizas) semajante a una erupción volcanica que origina nuevas islas, la tierra produce el metal (los complejos minerales se extraen de seno de la tierra, en minas, etc), el metal en un proceso de fundición genera agua (sustancia liquida) y por último el elemento agua nutre o hacer crecer a la madera, sucediendose este ciclo continuamente.

Hay que tener en cuenta que esta explicación es una forma simbólica de hablar del ciclo de creación. La mayoría de elementos son fáciles de entender dada las analogías naturales, quizás el mas difícil sea el metal que produce agua.

El ciclo de Control o "destructivo"
Este ciclo representa en que forma un elemento controla la expresión de otro. En algunos texto se le denomina ciclo de destrucción pero algunos autores como Joseph Yu comentan que la palabra no resulta del todo exacta pues sugierie una aniquilación total, donde mas bien existe una influencia controladora, pues un trozo de metal puede cortar un trozo de madera pero no tiene porque destruirlo completamente, o la madera puede extraer vida de la tierra sin consumirla por entero, etc. Veamos el ciclo completo:
El fuego derrite al metal,
El metal corta la madera,
La madera debilita a la tierra,
La Tierra estanca al agua,
El agua apaga el fuego.
El ciclo de control muestra una forma natural de controlar el sistema, algo parecido el equilibrio natural donde un pez es comido por otro mayor, que a su vez es alimento de otro más grande. Permite un equilibro general pues todos los elementos son controlados y controladores. Si elemento controlador supera los limites razonables puede convertirse entonces con más razon de ser, en algo parecido a un ciclo destructivo.

El ciclo de debilitamiento o agotamiento
Este ciclo es también conocido como la relación madre-hijo. Consiste en la inversión del ciclo de creación y describe como un elemento descendiente de su progenitor puede debilitar o agotar a su progenitor. Veamos el detalle completo.
El metal debilita la tierra,
La tierra debilita al fuego,
El fuego debilita a la madera,
La madera debilita al agua,
El agua debilita metal.
Decimos por ejemplo que el metal es hijo de la tierra, un exceso de extracción o dominancia de este elemento tiende a agotar la tierra, decimos también que la madera es hija del agua, entendiendo que el crecimiento de la madera (plantas, arboles) merman la cantidad de agua, y así sucesivamente con cada elemento. Este ciclo es una versión más sutil que el ciclo de
El ciclo de daño
La madera daña al metal,
El Metal daña al fuego,
El fuego daña al agua,
El agua daña a la tierra,
La tierra daña a la madera.
Podríamos decir que si la madera es muy fuerte y el metal débil, este último se dañara o perderá su ímpetu original al intentar controlar o "cortar" a la madera, como sería un fuego intenso que evapora el agua sin darle oportunidad a controlar el fuego, o un exceso de agua que arrastra la tierra perdiendo firmeza y estabilidad.

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