jueves, 29 de noviembre de 2012

La princesa y el pastor



Según una historia, popular en toda Asia, el Emperador de Jade tenía una hija llamada Zhinu, a la que con frecuencia se representa tejiendo nubes de colores en el cielo. Todos los días bajaba a la tierra con la ayuda de una túnica mágica para bañarse. Un día, un modesto pastor llamado Niulang vio cómo Zhinu se bañaba en el río y se enamoró de ella. Robó su túnica mágica, qu
e ella había dejado junto a la orilla, e impidió así que volviera al cielo. Cuando Zhinu salió del agua, Niulang se la llevó a su casa.
al enterarse el Emperador de Jade se enfureció, pero fue incapaz de hacer nada ya que para por entonces su hija se había enamorado del pastor y se habían casado. Sin embargo, al pasar el tiempo, Zhinu sintió nostalgia de su casa y quiso ir a visitar a su padre. Encontró la túnica mágica, que su marido había escondido en una caja, y volvió al cielo. Una vez que hubo regresado, el Emperador trazó un río en medio del firmamento (la Vía Láctea) para que Zhinu fuera incapaz de regresar con su marido. Pero sintió lástima de los jóvenes amantes y el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar permite que se encuentren en un puente sobre el río.
La historia sería la explicación mitológica para un fenómeno que se puede observar en el firmamento. La estrella Vega (Zhinu), de la constelación de Lyra, está situada al este de la Vía Láctea y la estrella Altair, de la constelación del Águila, está al oeste. Sin embargo, durante el primer cuarto lunar (séptimo día) del séptimo mes lunar (en torno a agosto), las condiciones lumínicas hacen que la Vía Láctea aparezca más ténue, como si un puente uniera las dos estrellas. Este día se celebra en China, y en otros países asiáticos, una fiesta llamada Qi xi, similar al día de San Valentín en occidente. Si llueve, se dice que son las lágrimas de Zhinu que llora al reencontrarse con su esposo.

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